El
amor nos ofrece un monto de estrellas que iluminan el corazón, un te amo que no
esta más allá de la espera simplemente
inmerso en nuestra existencia. Valorar el amor ofrecido esta en revisar
minuciosamente nuestro interior sobre lo que pudiera ser sin él mañana y lo que
pudiéramos construir de él en el ahora. Vivir el presente es encontrar la
riqueza del momento mismo, no debe existir tiempo para amar, simplemente vivir el sentimiento gozarse de el; por
que la belleza del cariño se vive, se siente y no hace miramientos
estratégicos, el amor no es un plan de vida, no es un proyecto, no es un
contrato, mucho menos un invento, es como la vida misma, esta para disfrutar y asumir con los pro y los contra
que surgen de la imperfección de quienes son dupla para entregarlo; por que el
amor es perfecto, viene de Dios, es absoluto y completo. No hay definiciones
que se aproximen a lo que puede ser la experiencia tal de vivirlo, el amor es ínfimo
e inconmensurable, quien ama hoy y no ama mañana, no amó, simplemente sintió
vana ilusión, el amor que nace un día, se reproduce cada día, el amor no muere,
es inmortal, muere la pasión y el deseo, el amor en cambio se transforma de
acuerdo como sea nuestro día a día a quien se lo hemos confiado, pero jamás
desaparece, confundir el amor con sensaciones que se sacian rápidamente, es
como confundir el vino con el agua, “ si amor disfrutas como el vino, te
llevará al vicio y te hará mezquino, si amor vives como el vino, las ganas de un
momento te dejaran saciado, hasta otro momento que quieras vivirlo”. Si amor
vives como el agua necesitaras de él en cada momento del día y en toda tu vida será
la necesidad y las ganas”. El amor ofrece, entrega, regala, construye y
permanece, es todo lo que se necesita para ser feliz, quien nunca amó, quien
nunca lo recibió, jamás podrá decir que plenamente vivió.
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