sábado, 17 de septiembre de 2011

Historía de Amor

Tras la prisa sosegada del tiempo, se iban cerrando los recuerdos, sentía cada vez mas lejos su aroma excitante, padecía la sensación que el había crucificado mi memoria el mismo día de su adiós, sin embargo por mucho tiempo palpitaba su historia dentro de mí y aunque resignada por su ausencia allí, en lo recóndito de mi ser, mi amor jadeaba los últimos minutos de su mortalidad; aunque es posible que su recuerdo que si era inmortal, en algún momento renaciera como el fénix de sus cenizas... yo! como usualmente lo hacia! estaba anclada en el muelle del amor, taciturna, inerte; en ese momento las palabras de un misterioso caballero llamaron mi atención, había visto esa sombra rondar antes? o se  parecía a alguien? dije a mí misma, buscaba una perla o me buscaba a mí? sin embargo deje pasar la ocasión, muchos piratas habían llegado a  la orilla del muelle por querer arrebatarme de pasión; pero el amante perfecto no llega como ladrón, sigiloso llega pero toca la puerta. Otra noche con las estrellas parpadeantes caminaba en el muelle del amor, de la nada apareció su sombra  sin precisar la imagen solo a perfil, su sombra me traía recuerdos . Me  dijo hola, dije hola sin identificar quien era, su energía me envolvía y acepte un cruce de palabras solo leía sus labios pero no miraba sus ojos, él en cambio en algún momento desnudó su alma y supe quien era! le dije: eres? sin confirmarme él quien era exclame! si! ERES TÚ.
 Me tomo de su mano y me invitó a un lugar mas privado lejos del muelle, me envolvió en sus dulces y tiernas palabras y me sentí su princesa, la dueña de sus sueños la dueña de sus noches, la elegida de sus depravadas pasiones, me estremecí en el frenesí del deseo y aunque mi razón me gritaba con agonía no, internamente mi corazón me invitaba: entrégate bebe de su cuerpo que beba del tuyo, finalmente le amas, ardía como volcán   cuya lava embravecida solo podía expresar: Hazme tuya  una vez y mas por todo aquel tiempo que me restaste durante tu ausencia, morí unos segundos junto a su abrigo  resucite en la agonía del placer, me sentí felizmente plena  esas horas fueron millones de años de gusto exquisito.

Al terminar tan maravillosa escena de amor vibrante, se escuchó: “no me mates en la agonía de tus indecisiones...” exclamé, esperando estalle un día su silencio con una certera respuesta  a mí amor y su presencia constante.

Prohibida la reproducción parcial o total del contenido inedito, sin autorizacion previa o expresa a su titular. Ley 599 de 2000 (Derechos de autor) Congreso de Colombia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario