Cayendo la tarde se abrió el horizonte para una Dama de inspiraciones, su cuerpo andante pree dibujaba sus bellas pasiones; casi que en compas un bohemio caballero, se adelanto a su paso, extendió sus brazos y al toque la música les escolto sonando sus mejores acordes. Sus miradas dibujaban cual pintor sus encantos ,un interno volcán que arrasaba sus cuerpos al ritmo de ella y su esbeltez femenina, le hacían ver cual cisne danzando en el lago, él era el portento varonil de su exquisito son, la brújula direccional de sus delicados movimientos, danza de pasiones rebullían de sus cuerpos, calificada sensación daba motivos para entender que entre los dos había una historia de amor; por cada movimiento se tejía tal ilusión. En la estrechez de sus cuerpos cabía un infinito mundo musical, en sus abrazos el fuego quemaba los instintos de un amor pasional, protagonista de un romance de ritmo caribeño, su testigo directo las notas melódicas que al danzar les hacían amar. Haciendo el amor interpretaban sus eróticos movimientos que al compas musical les dejaba sin aliento, danza de pasiones quemaba sus corazones, cada vez que el recorría su cuerpo, ella enardecía con su fuerza tropical para resurgir como la ola lentamente en su esplendor natural. La música siempre es profeta de los amores de verdad, de aquellos que dejan en su furor hasta mas vibrar, el amor se hace danzando en cada faena de su esplendido encanto. Danza de pasiones se habrá musitado cada vez que hombre y mujer se veheneren bailando.
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