Imposible que el reflejo de este amor no traspase el cristal con la luz de fascinación que estos
dos corazónes resaltan, tu y yo somos exactamente esa energía que trasluce
Los colores y su magia.
Si Adán y Eva pecaron comiendo del fruto prohibido, nosotros pecaríamos por soñarnos
y olvidarnos que el mundo existe, es que no hay más mundo que este
gran amor apacible.
Tu y yo somos como el cielo a las estrellas, como las olas al mar, como el sonido al eco
como los besos a los labios, como las manos a las caricias
un amor de verdad.
Tu eres ese hechizo varonil que le pone a mi vida la ilusión y el sentido, las sensaciones que
mi cuerpo retrata, el slogan de mis labios es que
tus besos me atrapan.
Yo soy la caricia de la mujer que te idolatra, la que muere por tu amor cada día con más ganas
la que despierta en tu piel los deseos y las ansias
soy la mujer que tu amas.
Tu y yo somos un amor que no se olvida, tu eres la piel y yo el perfume que transpiras
donde tu vayas yo iré por que tu recuerdo y el mío
No morirán en esta vida.
Prohibida la reproducción parcial o total del contenido inedito, sin autorizacion previa o expresa a su titular. Ley 599 de 2000 (Derechos de autor) Congreso de Colombia.
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